viernes, 3 de octubre de 2014

Las novatadas

Malentendida integración

Los y las adolescentes o jóvenes adultos pasan por diferentes etapas en el desarrollo de su identidad y los ritos de iniciación en ocasiones suponen la puerta de entrada hacia la edad adulta. Las novatadas son un fenómeno grupal tanto en su estructura como en su permanencia. En primer lugar, las figuras del “agresor” y de la “víctima” no se limitan a un individuo o grupo reducido de individuos sino que las forman toda la población de veteranos (en el caso de quien agrede), y toda la población de  nuevo ingreso (en el caso de quien es víctima) cualquier persona que entre en contacto con este tipo de actuaciones en la calle, en un bar, en un parque, en el colegio, en un equipo  o gracias a las nuevas tecnologías, a través de internet, se convierten en testigos y observadores, no son individuos aislados.



El deporte es un escenario idóneo para este tipo de “ritos”, el fundamento de la novatada está vinculado a que puedas integrarte a un esquema que ya está construido. Sin embargo la verdad es que este pagar el precio ha de generar muchas agresiones dentro de los propios equipos. Algunos las ven bien, otros las disfrutan e incluso las narran como hazañas años más tarde, pero, ¿qué ocurre cuando alguien no está de acuerdo? Es ahí donde puede surgir un problema, por más "inocente" que sea la novatada.




Sin importar que se trate de un deporte de conjunto o individual, infantil o juvenil, universitario o profesional, las novatadas han existido por años y se mantienen como parte de la "tradición" de algunas disciplinas, y bajo la filosofía de que esto genera unión en el equipo.
Sin embargo, en ocasiones estas prácticas llegan demasiado lejos. El miedo, o la creencia de que estos actos están bien, evitan que algunos comenten lo que les ocurre, pues lo peor que les puede pasar es ser rechazados por sus compañeros o entrenadores. Cabezas rapadas, niños vestidos como niñas, pintura en el cuerpo, "calzón chino", no dejar dormir en viajes, traer "de bajada" a alguien todo el tiempo o incluso convertirlos en "esclavos" por un día son algunas de las incontables bromas o tradiciones con las cuales les dan la bienvenida a los nuevos, sin que eso signifique necesariamente que sea un novato en la disciplina.

Poner límites sería una solución, sin embargo, lo más importante, lo más lógico en la vida es que el respeto mutuo sea lo máximo, tanto en su vida diaria como en el deporte, pues lo que a un deportista le puede parecer humillante, al otro no. Las novatadas no deben estar permitidas en ningún lado, se debe hacer énfasis en prevalecer el respeto, la colaboración, el buen ánimo, el ayudarse, un deportista campeón, con experiencia, debe aconsejar a un deportista joven, a los nuevos ayudarlos a que se desarrollen. La línea es sumamente delgada, pero lo que es un hecho es que las prácticas de los ritos de iniciación no son ajenas a casi ningún deporte.



 Si de verdad queremos una sociedad más sana y más justa, tenemos que erradicar cualquier comportamiento que atente contra la integridad y dignidad de una persona, el maltrato, el acoso, el abuso, el sometimiento gratuito, la humillación,... nunca pueden estar justificados, y menos aún por diversión o en aras de una malentendida integración.

Violeta
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twitter: @campos_violeta



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