Malentendida integración
Los y las
adolescentes o jóvenes adultos pasan por diferentes etapas en el desarrollo de
su identidad y los ritos de iniciación
en ocasiones suponen la puerta de entrada hacia la edad adulta. Las novatadas son un fenómeno grupal
tanto en su estructura como en su permanencia. En primer lugar, las figuras del
“agresor” y de la “víctima” no se limitan a un individuo o grupo reducido de
individuos sino que las forman toda la población de veteranos (en el caso de
quien agrede), y toda la población de nuevo ingreso (en el caso de quien es víctima)
cualquier persona que entre en contacto con este tipo de actuaciones en la
calle, en un bar, en un parque, en el colegio, en un equipo o gracias a las nuevas tecnologías, a través
de internet, se convierten en testigos y observadores, no son individuos
aislados.
El deporte es un escenario
idóneo para este tipo de “ritos”, el fundamento de la
novatada está vinculado a que puedas integrarte a un esquema que ya está
construido. Sin embargo la verdad es que este pagar el precio ha de generar
muchas agresiones dentro de los propios equipos. Algunos las ven bien, otros
las disfrutan e incluso las narran como hazañas años más tarde, pero, ¿qué ocurre cuando alguien no está de
acuerdo? Es ahí donde puede surgir un problema, por más
"inocente" que sea la novatada.
Sin importar que se trate de
un deporte de conjunto o individual, infantil o juvenil, universitario o
profesional, las novatadas han existido por años y se mantienen como parte de
la "tradición" de algunas
disciplinas, y bajo la filosofía de que esto genera unión en el equipo.
Sin embargo, en ocasiones
estas prácticas llegan demasiado lejos. El miedo, o la creencia de que estos
actos están bien, evitan que algunos comenten lo que les ocurre, pues lo peor
que les puede pasar es ser rechazados por sus compañeros o entrenadores. Cabezas
rapadas, niños vestidos como niñas, pintura en el cuerpo, "calzón
chino", no dejar dormir en viajes, traer "de bajada" a alguien
todo el tiempo o incluso convertirlos en "esclavos" por un día son
algunas de las incontables bromas o tradiciones con las cuales les dan la
bienvenida a los nuevos, sin que eso signifique necesariamente que sea un
novato en la disciplina.
Poner
límites sería una solución, sin embargo, lo más importante, lo
más lógico en la vida es que el respeto
mutuo sea lo máximo, tanto en su vida diaria como en el deporte, pues lo
que a un deportista le puede parecer humillante, al otro no. Las novatadas no deben estar permitidas
en ningún lado, se debe hacer énfasis en prevalecer el respeto, la
colaboración, el buen ánimo, el ayudarse, un deportista campeón, con
experiencia, debe aconsejar a un deportista joven, a los nuevos ayudarlos a que
se desarrollen. La línea es sumamente delgada, pero lo que es un hecho es que
las prácticas de los ritos de iniciación no son ajenas a casi ningún deporte.
Si de verdad queremos
una sociedad más sana y más justa, tenemos que erradicar cualquier
comportamiento que atente contra la integridad y dignidad de una persona, el
maltrato, el acoso, el abuso, el sometimiento gratuito, la humillación,...
nunca pueden estar justificados, y menos aún por diversión o en aras de una
malentendida integración.
Violeta
contacto:
twitter: @campos_violeta
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